viernes, 19 de noviembre de 2010

Albert Pla


Sala Galileo, un concierto con un juego de luces fundamental y un par de músicos encima del escenario como la copa de un pino.


Ácido, teatral y escuchimizao. Pla se presenta en el escenario vestido con un saco y con un micro manos libres. Mostrando al público de siempre las canciones de siempre, aunque no todos eramos los de siempre. Es la primera vez que asisto a uno de este señor y la verdad es que me ha impresionado, y me he dado cuenta de que es mucho más grande en el escenario de lo que lo fue en esa cinta que escuchaba en el coche en un viaje cualquiera.


Lo bueno que tiene de verle es el verle, cómo cuenta las cosas para que te las imagines claramente. Cómo utiliza su cuerpo y crea ese magnifico escenario "multimierda". Un cuento para niños con rabia y tema perverso, trasfondo reivindicativo, buen rollo y rumba.


Acompañado de un máquina, Diego Cortés, que dio muestra de su maestría en cada canción y esto se reafirmó en un solo que dejó al público boquiabierto y tan entusiasmado que no paró de silbar y palmear y a punto de subirse a la mesa.



Fotos por Alberto Junoy

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